Brócoli Verbena

Brócoli Verbena es la dinosauria que se comió el meteorito de un bocado, haciéndose dueña de su historia. Una pandilla de animales que corren libres y felices desde las selvas de Corcovado hasta los anillos de Saturno. Un volcán que explota en lava de colores que no quema, para que lo goces bailando en el velódromo de su cráter.

Brócoli Verbena son encuentros, acciones y eventos festivo-culturales, puerocentristas e intergeneracionales. Experiencias para familias y acompañantes donde ser y estar en tribu.

En homenaje a las riot grrrls tomamos prestado su lema y lo extendemos a nuestras menudas criaturas como filosofía del proyecto: KIDS TO THE FRONT. Churumbeles al frente conquistando espacios de adultos, dándoles lugares y tiempo para poder experimentar y esparcirse. 

Porque la cultura también consiste en cuidar al público del futuro cargado de presente. 

Para encontrarnos. Por nuestra necesidad y deseo de vivir la crianza de la forma más colectiva posible, tejiendo red, habitando y conociendo nuestro barrio, colaborando en comunidad.

Brócoli Verbena es el punto de partida para investigar nuevas sinergias entre la música, el arte, el cine y otras disciplinas, y los eventos familiares. Un intercambio entre nuestras pasiones y las de nuestra hija en un marco de búsqueda de habitabilidad y asociacionismo.

Experimentemos con el brócoli bajo las luces de colores de las verbenas.

Kids to the Front!

Girls to the front! es la proclama nacida en el seno del movimiento feminista Riot Grrrl en los 90, bajo la que las bandas de punk formadas íntegramente por mujeres instaban a las chicas del público a que tomasen las primeras filas, hasta entonces ocupadas, como casi todo, por hombres.

En homenaje, tomamos prestado su grito y reivindicamos esa primera fila para la infancia en la cultura, permitiéndola experimentar con otras formas y discursos que confronten y desarrollen su pensamiento crítico, imprescindible para hacernos más libres.

Superemos y rompamos las barreras cercenadoras del “adults only”, donde sólo se permite y acepta un modelo único de comportamiento ante la experiencia creativa, y celebremos la riqueza del intercambio intergeneracional, de lo inesperado y espontáneo.

Porque otra forma de relacionarnos con la cultura es posible incluyendo a la crianza. Porque todo se expande y multiplica con las niñas y los niños al frente.